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Puedo escribir los versos más tristes esta noche;

viernes, 20 de enero de 2012

Algo tan dulce como tú.

O como el suave roce de nuestros labios, o como el pequeño instante de una mirada, o como la droga de tus besos, o como el amor de tus caricias, o como el olor que siempre me hace cerrar los ojos para recordarte. O incluso como la pequeña chispa de odio mezclada con una pizca de inocencia y estupidez. 
No sigo tu velocidad, siempre me quedo atrás.
Como la melodía de tu canción favorita, o como esas ganas de ponerte a gritar, o de salir corriendo. Como el pequeño sueño que se queda grabado en el espejo al ver que hoy estás algo más delgadita, o como ese fuerte deseo de saltar a tus brazos. O como cuando subes al primer tren que ves y te extravías en cualquier vieja y solitaria estación, o cuando toca romper los esquemas para tenerte, o cuando noto tu mirada fija en mi. O cuando siento que puedo tocar el cielo con los dedos porque tú me levantas; o cuando veo que hay más, mucho más por lo que luchar, porque no quiero entrar en el olvido.
Fuiste un putón, pero eras my love.
Haces que mi cielo recupere ese gran azul, que se giren los ejes de mi mundo, que cambie mi dirección, que siempre haya segundas en todas mis palabras, que mis sueños sean probables, que todo tiempo junto a ti es poco, que mi amanecer sea con una sonrisa. Me da igual el día, o la hora en que entraste por esa puerta, o cuando me dije que tú eras para mí, me importa cuando veo me abrazas y tu olor entra en mi, cuando pierdo el norte y me dejo llevar, cuando veo que me dejas en un callejón sin salida para que salte a tus brazos. 
 Se coló en mi habitación, amor de verano.


sábado, 14 de enero de 2012

sábado, 7 de enero de 2012

Brindemos por ese "Siempre.".

Y por este nuevo año, que va a estar plagado de sonrisas, ¿prometido?
Gracias por esas sonrisas pintadas de color amarillo fosforito; por esos grandes sueños convertidos en pequeñas realidades; por esas 54.231.698 fotos tontas; por esa cantidad inmensa de caídas; por esas cortas tardes y largas noches; por caminar siempre al revés; por esos estúpidos apodos utilizados una vez; por ayudarme a caminar; por hacerme olvidar que existe la vergüenza; por el cariño y la paciencia cuando todo iba mal; por no dejar que me lleve la corriente; por recordarme que todavía queda mucha vida por delante para llorar y sufrir, y si no, mejor, porque aunque acabe mañana, todo esto estará más aprovechado con largas carcajadas; por aguantar mis tonterías, mis rautos, mis lloros y mis sonrisas, mis sueños, mis bajones, mis abrazos y mis besos, por echarlos de menos cuando no los veis, por luchar para verlos y por convertirlos en virtudes; por enseñarme a reírme de mi; por no callar nunca; por alargar todos esos momentos; por demostrarme que no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita, o que nunca va a haber un final si no es feliz; por estar ahí, sonriéndome como estúpidos. Y supongo que, gracias por este fascinante 2011, por la cantidad de sueños hechos realidad y por vuestras sonrisas, que siempre merecen la pena.
Más de diez millones de veces al día pienso en que es lo que estoy haciendo. En por qué si quiero una cosa la estropeo con tanta facilidad y rapidez. Y más de diez millones de veces al día pienso en si de verdad lo hago bien, si de verdad mis amigos lo son, si es verdad que me quieren con mis miles de defectos; y más de diez millones de veces, me demostráis que es mejor no pensar, que mi facilidad de crear problemas no es tan mala, que llorar es fácil, pero merece más la pena sonreír, que aunque una vez no haya conseguido lo que quiero no significa que no lo vaya a conseguir, y que si hay algo para siempre sois vosotros, hay pequeñas cosas que os hacen enormes.
PD: Podéis contar conmigo.