Los buenos momentos nunca se olvidan.

La cantidad de sueños inalcanzables a su lado que nunca nos quitaron las ganas de seguir intentándolo aunque ya supiéramos que no llegaríamos a ningún lado, son los que ocupan gran parte de mi cabeza, espacio compartido con las esperanzas, las gilipolleces, y las risas a su lado. Ocupan ese gran sitio, que muchos de nosotros reservamos para esas personitas importantes que llegan y esperas que no se vayan. Pues una de esas personitas es ella, la que espera, a veces sin motivo, que saques una sonrisita, la primera que corre para levantarte cuando te caes, la última que te olvida, la que a pesar de que la trates "mal" te sigue diciendo "¡Te quiero mucho!". Pues esa no es mi mejor amiga, es más, es mi hermana, esa hermana que olvidaron darme. 

María, quiero que sepas, que después de todo, eres una gran persona, nunca te rindas, alcanza ese sueño, que tanto te hace sufrir, y recuerda que cuando necesites algo o a alguien estaré yo ahí. Pero que ese sueño no te quite de vivir a tu manera, con una gran sonrisa, esa que NUNCA se eliminó de tu cara.