María: Es que fue todo muy precipitado me refiero a que no lo conozco lo suficiente y a parte no lo voy a ver nunca porque el puede ir a las quedadas y yo no y me jode porque ante todo lo hecho de menos.
Yo: A eso se le llama amor de verano, a veces las cosas en la vida hay que hacerlas precipitadamente, sin pensarlo dos veces, yo creo que no hiciste mal en salir con él. Piensa, has conseguido vivir sin él nueve años, ¿y no lo conseguirás ahora?
María: Ya, pero si todos son así, prefiero no tener ninguno.Yo: No, eso fue una pequeña locura, de esas que se comenten sin pensar, no tienes por qué decir que no quieres más, porque esos son de los que duran poco pero que se pasa muy bien con ellos.
María: Vale, si fue genial, fue como cuando te montas en una atracción y sientes de todo,a flor de piel. Como cuando te comes un chicle y notas el sabor en los labios, dulce pero efímero fue como cuando saltas al vacío, notas adrenalina corriendo por tus venas y sabes que es de las sensaciones más perfectas. Pero si ante todo fue de esos momentos que sabes que no cambiarías por nada, porque cuando lo haces te queda grabado en la mente. Pero por otro lado es como si estuviese tatuado, sabes que está ahí pero que pronto te olvidaras de él. Y fastidia porque le echo de menos.
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