-Mamá, ¿al final iré sola?
+No, irás con él.
-Pero mamá...
Me interrumpió como solía hacer cuando estaba enfadada y me dijo:
+Sé que esto es difícil, muy difícil, pero ya verás como no será tan malo como crees.
-Ya, pero y si no encajo, y si me confundo de bus...
+Él no se separará de ti, también va su hijo, no te dejará sola, confía en mi.
Se dio media vuelta y se fue, un ratito después salí y la vi bajando las escaleras, y me dije: "Tú puedes". Lo último que le escuché fue: "Adiós cariño, mucha suerte", eso me sacó una sonrisa.
Volví a mi habitación y me puse la ropa que tenía preparada hacía siglos, me miré al espejo por última vez y baje al salón a ver la televisión. No había nada interesante a si que puse lo primero que vi: H2O. En ese momento me dí cuenta de que tenía hambre, pero de lo nerviosa que estaba no me había enterado. Fui a la cocina y cogí una onza de chocolate blanco de la nevera y volví a la tele. Sin darme cuenta llegaron las 12:30 y sonó el timbre, cogí el estuche, la agenda y salí. Me temblaban las manos.
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